Una plegaria por más tiempo. 

Creo que mi noción del tiempo está un poco distorsionada. A veces siento que el mundo a mi alrededor se mueve demasiado lento, y la desesperación se altera en mis venas: efervescente y burbujeante, brusca y violenta. Otras, todo va demasiado aprisa, como si una espiral me succionara hasta provocar vértigo y náuseas; burlona y desorientadora, acosadora y apremiante. Pero nunca, nunca, estoy en sintonía con mi entorno. 

Bueno, quizás si hubo una vez: una tarde de verano en la que el cielo se pintó de rosa pastel. Era una visión tan desgarradoramente hermosa que no pude más que detenerme y dedicarle una mirada de reverencia. Me senté en el suelo, los audífonos sobre mi cabeza y una paleta de chocolate en la mano. Mis ojos se perdieron entre las nubes, y mi cuerpo exhaló con calma. El mundo me sonrió con indulgencia y ajustó su ritmo al mío. Mis pulmones no respiraron con urgencia; suspiraron con asombro. 

Fue una bendición, pero también una maldición, porque nunca más he podido encontrar ese instante de calma. Todos los días la busco como quien persigue una plegaria, y me pregunto por qué. ¿Por qué? Si yo no sé habitar en ella. Me irrita la lentitud roja y empalagosa del verano. Me asfixia la humedad amarilla y densa del otoño. Me adormece el blanco frío del invierno, cuando la nieve cae silenciosa. Me ahoga el verde bañado de rocío y preñado de esperanza de la primavera. 

Quizás el mundo sabe que yo no nací para ajustarme a su ritmo. Aprecio la belleza reposada de sus atardeceres, pero mi alma anhela el borde afilado de sus acantilados. Tal vez él entiende lo que yo no: no hay tiempo suficiente para llegar a todos sus rincones en esta vida. No importa que tanto intente correr para llegar a ellos.

Con suerte, en la siguiente. Porque yo tampoco nací con miedo de la muerte. Solo espero que sea gentil y amable. Que me permita hablarle y convencerla de que, la próxima vez, me regale más tiempo y un alma que sepa habitarlo.  

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Bienvenido a Mystic Glow

Soy Mari, y aquí guardo lo que no cabe en otra parte: pensamientos, lecturas, fragmentos que me sostienen cuando todo parece inestable.

Este blog es mi manera de decir lo que soy sin tener que traducirme.